El Luchador: Deportista e Interprete 2da parte

lunes, 1 de septiembre de 2008

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El Luchador: Deportista e Interprete 2da parte
Editorial: Cesar
ver primera parte: http://www.lawagnermania.com/2008/08/el-luchador-deportista-e-interprete.html

Volviendo al tema, la lucha libre no es un deporte, pero tampoco se le debe tratar de forma peyorativa por no serlo, es una actividad que requiere de una preparación atlética demandante, la mayoría de sus exponentes son deportistas –en el sentido extenso de la palabra- pero la disciplina en si propiamente no es un deporte, pues tiene reglas que no permiten adecuarla dentro de la competencia deportiva y eso no lo acaban de entender los radicales de uno y otro lado. Ese es el primer problema, que ni algunos detractores –aunque digan saberlo- ni algunos aficionados, saben en donde ubicar a la lucha libre, si lo supieran seria ociosa la discusión de si pueden o no competir.

El aficionado acostumbrado a idealizar a sus héroes siempre va a tener la esperanza de que uno de los suyos de la noche a la mañana se destaque en un ámbito con reglas distintas a las de nuestra industria, anteriormente se hablaba de los juegos olímpicos, hoy se pide que esos resultados se den en las AMM. El aficionado a ultranza va a esperar ingenuamente que los resultados se den por si mismos, por el puro nombre del luchador, mientras que algunos de los detractores en el fondo siente admiración hacia algunos luchadores, y quisieran que los causantes de su placer culpable, los luchadores, se destacaran fuera de la lucha libre, aunque hay otro grupo que de plano sienten un enfermizo celo porque estos –los luchadores- acuñen el termino “luchador” para referirse a si mismos. En todos los casos no importa ver fracasar a varios luchadores, siempre hay la esperanza de que alguien “reivindique” a la lucha libre, y si no lo hay, se buscara a dicho candidato en el pasado “cuando todo era de otra forma”. La lista de luchadores que han tenido malas experiencias en otras disciplinas, en tiempos modernos, incluye a luchadores sin categoría, la mayoría, pero hay otros como Nagata, Solar, Liger, Takayama o Lesnar, que son parte de la élite de la lucha libre, y aun así no han tenido buenos resultados –recientemente Lesnar obtuvo su primer victoria en la competitiva UFC-. El error que se comete, creo yo, es esperar que un solo hombre reivindique a toda una industria ¿hace falta reivindicar a la lucha libre? Pensar eso, creo yo, es otro error. Sin embargo, a los dos tipos de personas de las que hablo, no les basta ver caer una y otra vez a luchadores, siempre esperaran la llegada “del bueno” o como dije anteriormente, si no lo encuentran en el presente, lo buscaran en el pasado El Santo, Cavernario Galindo, Tarzan López, Rolando Vera, etc., “seguramente ellos si habrían tenido oportunidad, porque ellos si eran luchadores”.

La idealización del pasado por parte de los nuevos aficionados es poco menos que una quimera, nunca ha existido ese periodo en donde la lucha libre -tal y como la conocemos- era prístina y 100% competitiva, nunca. Si han existido épocas en donde la técnica de la lucha libre –el espectáculo deportivo predeterminado- se ha podido ver en plenitud, en donde se ha podido ver la creatividad de llaves, lances y castigos, en donde sus participantes se comían su ego y sabían dejarse perder sin “finales sucios”, en donde la mayoría eran partidarios de darse de la forma más realista posible, en donde la nobleza para recibir castigo era la constante y no simplemente se trataba de marcar los movimientos, eso si ha existido, pero la época en donde nuestra lucha libre era una competencia 100% real es una utopía que solo existe en la mente de los nuevos aficionados que se conducen bajo la premisa “todo tiempo pasado fue mejor”.

Para ilustrar lo anterior voy a recordar un pasaje que ha tenido vigencia desde los setentas y todavía estuvo en boga durante los ochentas y noventas, y de hecho es “el abuelo” del actual comparativo entre Lucha Libre y AMM, esto es, “si la lucha libre fuera una disciplina olímpica, México regresaría cargado de medallas de oro” frase publicitaria que a ciencia cierta no se quien la invento, pero si se que fue una frase creada en la lucha libre, y si se que fue respaldada por la gran mayoría de estrellas. Esa frase es muy interesante, pues existieron defensores de dicha teoría desde la época de las máximas leyendas de la lucha libre, así como también fue acuñada por gente de la época de plata -surgimiento y consolidación de las principales figuras de la UWA/LLI-, e incluso todavía se encuentran defensores de dicha teoría en el boom de los noventas, o sea, aquí no hay pierde, están comprendidos prácticamente todos los ídolos de los aficionados actuales y todos ellos coincidían en defender dicho postulado En verdad era curioso, a final de cuentas era una cuestión publicitaria, tampoco se rasguen las vestiduras, pero el “compromiso” de los luchadores era que si la lucha fuera un deporte olímpico ellos traerían varias medallas, es decir, prometer no empobrece, comprometerse es otra cosa, nunca decían “existen la disciplinas olímpicas de lucha libre y lucha grecorromana, ambas son base de “la lucha libre”, nosotros somos la mejor lucha del mundo, siendo así, nos comprometemos a preparar a varios jóvenes para en el próximo ciclo regresar con varias medallas” nada de eso, todo era “si fuera” “si existiera”, cero compromisos. En aquel entonces, como hoy, los luchadores tomados de la lucha y llevados a una competencia real, probablemente no habrían hecho un buen papel. Tal vez al igual que hoy, quien se comprometiera a hacer la transición lo podría lograr, y hasta podría ser exitoso, pero para eso se requiere una dedicación al 100%, no competir solo con “bases” o “nociones”, sino dominar una disciplina y aprender otras tantas.

Es curioso ver que dos de las potencias de la lucha libre profesional, E.U., y México, en los recientes Juegos Olímpicos de Beijing hayan obtenido resultados tan decepcionantes como ver que el primero fue sexto lugar en la tabla final, mientras que los mexicanos no obtuvieron nada. Solo Japón metió las manos y se coloco en segundo lugar –Canadá fue séptimo- De ese tamaño es la diferencia entre las disciplinas deportivas luchísticas y el espectáculo predeterminado de la lucha libre, y no es gratuito que la que es considerada la mejor lucha libre –Japón- sea la que haya obtenido mejores resultados, como no es raro ver que Rusia y los países del Este de Europa –líderes en lucha olímpica- tengan sendos atletas en las AMM.


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