Todo comenzó de manera repentina. Su gusto por este deporte-espectáculo fue instantáneo y 75 años después, el legado que dejó Salvador Lutteroth González sigue vigente, para beneplácito de quienes quieren y aman la lucha libre.
Tres cuartos de siglo donde ha habido buenos, malos y extraordinarios momentos para la lucha libre, actividad que en los últimos años ha vivido un “boom”, un sueño del cual los aficionados no quieren despertar y seguir disfrutando de los “costalazos”.
El arte del pancracio llegó a México en los primeros años del siglo XX, pero fue el 21 de septiembre de 1933 cuando se fundó la Empresa Mexicana de Lucha Libre (EMLL), ahora Consejo Mundial (CMLL), que cumplirá 75 años y lo celebrará con una magna función el próximo viernes.
Don Salvador Lutteroth, el padre de la lucha libre en México, trabajaba como inspector de Hacienda por allá de 1929 cuando acudió a una función de lucha libre en Texas, donde la actuación del griego Gus Papas llamó poderosamente su atención.
A su regreso a México, el oriundo de Colotlán, Jalisco, decidió, de manera repentina, meterse de lleno al mundo de la lucha libre y, junto a Francisco Ahumada, crearon la EMLL, misma que el 21 de septiembre de 1933 realizó su primera función, en la prestada Arena México.
Atrás quedaron nombres como León Navarro, el rumano Sond, el japonés Kawamula o George Gadfrey, que vinieron entre 1920 y 1930; era el turno de Chino Achiu, el estadounidense Bobby Sampson, el irlandés Cyclone Mackey y Yaqui Joe, quienes aparecieron aquel día histórico.
El romance con la afición y los luchadores comenzó aquella noche. Cimentar la naciente empresa también, y Lutteroth González tenía todo a su favor para hacer algo maravilloso con ella, y hasta la suerte le sonrió.
Con La México como sede de sus principales funciones del domingo y la Nacional para los jueves, Lutteroth celebró el primer aniversario de la EMLL ganando 40 mil pesos en el sorteo de la lotería, mismos que invirtió para construir la Arena Coliseo, que se inauguró el 2 de abril de 1943.
Las grandes figuras de la lucha libre mexicana comenzaron a surgir. Santo “El Enmascarado de Plata”, el Cavernario Galindo, Black Shadow, Blue Demon, entre otros, consolidaron la EMLL, que decidió construir la nueva Arena México, que abrió sus puertas el 27 de abril de 1956.
La “Leyenda Plateada”, una de las máximas figuras en la lucha libre, se consolidó al lado de otros grandes representantes de este deporte, como el “Manotas”, el Solitario, Perro Aguayo, Médico Asesino, Rayo de Jalisco, entre otros, que mantuvieron este deporte en el gusto de la afición.
Con coloridas vestimentas, las máscaras y equipos espectaculares, la lucha entre el bien y el mal, rudos contra técnicos, continuó su expansión hacia diversos mercados y surgieron empresas como Triple A, además de los independientes, que llegaron a darle “pelea” al ahora CMLL.
Aunque aún hay gladiadores que practican la lucha libre tradicional, a ras de lona, de llaves y contrallaves, los aficionados ahora acuden a las arenas necesitados de espectacularidad, de ver lances y rudezas sobre el cuadrilátero.
En la actualidad, Hijo del Perro Aguayo, Místico y Doctor Wagner Junior son las máximas figuras del CMLL, empresa que festejará sus 75 años de existencia con el “Juicio final”, donde Blue Panther y Villano V se jugarán las máscaras este viernes 19 de septiembre.
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