Hijo del Santo y la Perra Brava

miércoles, 24 de septiembre de 2008

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Diario la jornada

La estrella de la lucha libre El Hijo del Santo y la famosa porra La Perra Brava, del equipo de futbol Toluca, ayudaron a fusionar en los hechos, con su sola presencia y trayectoria, las diversas concepciones de cultura “alta” y cultura “popular”, y de paso agregaron una saludable dosis de antisolemnidad al Centro Cultural Isidro Fabela, Casa del Risco, en San Ángel.

La noche del miércoles, el escritor, pintor, actor, promotor de causas sociales, comunicador y luchador El Hijo del Santo, junto con una pequeña pero bulliciosa fracción de la barra La Perra Brava, presentaron el número 34 de la revista Castálida, editada por el Instituto Mexiquense de Cultura y dedicada esta vez a la llamada cultura popular urbana.

Precedido de los gritos de “¡Santo, Santo, Santo!” y de las improvisaciones y tamborazos de los de la porra, que se encontraban trepados en uno de los balcones de la vieja casona, el luchador les dijo: “Me los voy a llevar de gira”.

Sin embargo, poco después El Hijo del Santo, quien es entrevistado en el nuevo número de Castálida por Graciela Sotelo, directora editorial, les confesaría que él le iba al América, a lo que alguien de la porra toluqueña le respondería: “¡Algún defecto habrías de tener!”

El apoyo a la estrella del cuadrilátero no sólo no cesó, sino que una mujer de la entusiasta barra le gritaría el estribillo de “¡Santo, mi amor, te quiero en mi colchón!”

El Hijo del Santo comentó que suelen hacerle entrevistas “aburridas” y repetirle preguntas, pero ahora, en Castálida, dijo, “me hicieron pensar”.

Luego de contar que fue en Toluca donde le hicieron un primer y riguroso examen para darle su licencia de luchador, que hasta le provocó fiebre, el heredero del “enmascarado de plata” confió: “Ser el hijo del Santo no es fácil”.

Egresado de la carrera de ciencias de la comunicación, El Hijo del Santo dijo que a la lucha libre hay que asistir “con el corazón en la mano y el alma de niño”.

Dijo que, “después de muchos años vetado en el Distrito Federal”, se presentará en el gimnasio Juan de la Barrera, donde enfrentará a contrincantes como Blue Demon Junior.

Contracultura y cultura popular

El poeta y periodista Jose Vicente Anaya, quien como el músico, productor y periodista Luis Flores y otros participantes expresaron su emoción por estar sentados al lado del luchador, reconoció la calidad de Castálida y jugó con la posibilidad de que el reconocido deportista “a lo mejor no sea el hijo, sino el mismo Santo”.

Anaya hizo una amplia reflexión sobre la falta de validez en México del término “contracultura”, y avaló el de “cultura popular”, además de rechazar el término de “jipiteca” por no reflejar la densidad de pensamiento y de lecturas de los jóvenes de la generación de 1968.

También dijo que la lucha libre sintetiza la confrontación entre el bien y el mal, en la que “no siempre gana el bien”.

Tras reconocer a La Perra Brava, porque representa las emociones de la gente, Anaya comentó varios de los artículos de la publicación, como el dedicado a las mujeres en el cine.

Tras mencionar una cita de Benedetto Croche en la revista, sobre la infinitud de la poesía, Anaya dijo que ésta se encuentra no sólo en las artes sino en la vida cotidiana y en la lucha libre.

También cuestionó a la mayoría de los performances por “insulsos” y por carecer, en el acto mismo, de la “inventiva de la creación”, de la cual mencionó ejemplos de Antonin Artaud o de Allen Ginsberg.

Luis Flores, quien al final se presentó con su grupo Volátil, dijo que, como la cultura se ha vuelto elitista, son necesarios números como el que ahora publica Castálida, a fin de poder acercarse a la cultura popular.

Moderados por Graciela Sotelo, en la mesa también participó el poeta Marco Fonz de Tanya, de quien además se montó en la Casa del Risco una exposición de varios “collages poéticos” y objetos en los que aborda las figuras de varios escritores, como Gabriela Mistral o Juan Rulfo.

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