La de ayer en Juriquilla fue la confirmación de que Julio César Chávez Junior es boxeador y que no se cuelga de nadie para probarlo. El hijo mayor fue superior durante el encuentro ante Tobia Giuseppe Loriga y lo noqueó en el noveno round dentro de la función "Queretaro se pone los guantes", celebrada en la Plaza de Toros de Provincia Juriquilla ante un público queretano que nunca dejó de apretar y de apoyar a la promesa del boxeo mexicano. Para el inicio del segundo asalto se abrió la gloria. Julito conectó un derechazo que Loriga sintió pleno en el mentón que cayó por primera vez. El italiano se levantó herido en su orgullo y fue por el Junior, quien optó por guardar su distancia y esperar el momento oportuno para rematarlo. Para el tercer round, Julio se mostraba cauteloso, inteligente, sin desesperarse, mientras que su rival intentaba, en cualquier descuido, propinar un volado que desestabilizara la vertical del mexicano. Un swing de izquierda le abrió la ceja al extranjero, ocasionando que la sangre brotara profusamente, pero la campana paró las acciones en la acometida del italiano. Julio mostró otra cara distinta a la de febrero, se mostraba con más estrategia y sin querer imitar el estilo de su padre. Los ganchos al hígado empezaban a hacer mella en el italiano que ya sentía de fuerte manera ese golpe que se ha hecho característico en la dinastía Chávez. Ya se palpaba en el aire la victoria del Junior con la puntuación de los jueces, la cual era favorable para el mexicano. El quinto y sexto asalto fueron avasalladores para Julio César Chávez. Los rectos a la cara entraban como agua y el gancho al hígado ya era mortal. Loriga lucía desesperado, conectando volados constantemente y cuidándose de más las zonas blandas que ya estaban hechas papilla para ese momento de la pelea. Los gritos de Rómulo Quirarte de "Ya lo tienes" avisaban a los queretanos que era cuestión de tiempo para que el Junior triunfara ante un rival complicado. En el séptimo asalto, a los cinco mil cien aficionados se les fue el alma cuando Chávez Carrasco se fue al suelo producto de un resbalón. El silencio fue sepulcral, pero el referí indicó que había agua en el cuadrilatero. El mayor de la dinastía Chávez respondió con senda combinación derecha-izquierda que desanimó a un cansado Loriga, quien ya abría la boca para respirar. El sinaloense sabía que tenía la pelea en la bolsa y esperaba el momento de la desesperación total de Loriga, quien ya no tenía estrategia y necesitaba de manera urgente de un milagro para noquear. El invicto del extranjero estaba hecho pedazos y era cuestión de segundos para que Julio apretara. Julio César Chávez abrió el noveno round con todas sus fuerzas aprovechando la guardia baja de Loriga. Los golpes de todos tipos se sucedían y el italiano amenazaba con caer en cualquier instante, siendo una derecha recta la que lo hizo probar la lona por segunda ocasión en la noche, de la cual ya no se levantó. La locura se apoderaba de la Plaza de Toros Provincia Juriquilla."Gracias Querétaro por todo ese apoyo. Estoy muy contento por el resultado y pues a seguir trabajando, seguir preparándome mucho para finales de año buscar una pelea por el campeonato mundial. Camacho quiere la pelea y ya veremos si para junio se la doy, si quiere hasta en Puerto Rico", concluyó un emocionado Julio César Chávez Junior.
FOTO: DEMIAN CHAVEZ
FOTO: DEMIAN CHAVEZ
FUENTE: DIARIO DE QUERETARO
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